El sicodrama es un método psicoterapéutico, creado por Jacobo Levy Moreno, que tiene sus bases en el teatro de la improvisación, y fue concebido para trabajar a nivel grupal. Del mismo modo que en teatro, en el sicodrama se siguen los principios de espontaneidad y creatividad, pero en este caso con un objetivo terapéutico: que la persona pueda dar una nueva respuesta a una situación antigua, o una respuesta adecuada en una situación nueva.
En 1921 Moreno fundó el Teatro de la Espontaneidad, éste consistía en dejar que los actores, dentro de ciertos lineamientos básicos, puedan seguir su inspiración ya que la anécdota no era rígida y por lo tanto admitía variaciones circunstanciales. Tal clima de libertad proporcionaba la posibilidad de un juego dramático amplio y de insospechadas repercusiones (Moreno, J. L. “Psicodrama”).
El ‘caso Bárbara’ nos ilustra acerca de los inicios del sicodrama. Este constituye una especie de experimento. Bárbara es una de las jóvenes actrices que trabaja para el teatro, se especializa en hacer papeles de ingenua y de heroína. Ella se casa con Jorge, uno de los espectadores, quién le cuenta a Moreno, con preocupación, lo distinta que es su esposa en la vida real, que cuando se enoja deja de ser dulce y se transforma en un ser endemoniado y ofensivo. El director de teatro, decide cambiar el papel de Bárbara, le pide que trate de realizar actuaciones donde se muestre la villanía, la vulgaridad y la estupidez de las personas, peor de lo que son en realidad. Tales papeles son logrados de una manera excelente; Jorge sigue viendo a Moreno y comentándole acerca de los cambios generados en Bárbara, sus accesos de cólera son menos frecuentes o de menor intensidad, cuando se enoja recuerda las escenas del teatro y termina riéndose. Moreno selecciona papeles más adecuados a sus necesidades. Cierto día le pregunta a Jorge si desea actuar junto a Bárbara y él accede. Las escenas representadas se parecen mucho a las que viven cotidianamente en su casa, y el desempeño de roles agresivos la lleva a tomar conciencia de que en su personalidad existen aspectos y actitudes de ese tipo. Actuándolos en el escenario, deja de hacerlo en su vida de relación. Es decir que para ella dichas representaciones resultan ‘terapéuticas’, lo cual indica el comienzo del sicodrama, ya que se reconoce al cuerpo en acción como canal expresivo del psiquismo y se lo incluye con fines terapéuticos y que utiliza, además de la expresión verbal, el cuerpo en acción para favorecer el contacto con las emociones, los sentimientos y las fantasías de la persona.
¿Cómo se trabaja?
Moreno distingue cinco instrumentos fundamentales en la sesión de sicodrama, ellos son El Protagonista, El escenario, El Yo-Auxiliar, El Director o Terapeuta y El Auditorio. Para él además, la sesión de sicodrama consta de tres etapas bien diferenciadas:
Mediante la primera se promueve la expresión de emociones a través del movimiento corporal, durante la etapa de dramatización se abordan las situaciones o conflictos que aparezcan, y finalmente en los comentarios se comparten las vivencias, se reflexiona sobre lo ocurrido y se consigue una mayor comprensión de lo sucedido.
Rojas Bermúdez sistematiza el sicodrama terapéutico aportando tres contextos a tener en cuenta: Contexto social, contexto grupal y contexto dramático.
Abordajes y encuadres
Si bien al hablar de sicodrama englobamos el método del sicodrama con su marco teórico, debemos distinguir entre el Sicodrama y el Sociodrama. Cuando hablamos del primero nos estamos refiriendo al trabajo terapéutico en el cual se ve implicado el esquema de la personalidad completo, para que nos entendamos significa que se ve involucrado el Núcleo del Yo, el Yo, y los Roles de la persona.
Es el caso del Sicodrama y la Sicodanza, a su vez éstos pueden ser:
Con estas tres modalidades se pueden abordar las diferentes etapas del desarrollo de la persona, esto es la niñez, adolescencia o adultez. Siendo la terapia individual de uso más extendido.
Hablamos de Sociodrama siempre que se trate de situaciones donde haya roles compartidos es decir vínculos. Es el caso de:
En este segundo caso trabajaremos sobre el vínculo y no con la persona en su totalidad, por ejemplo con la relación entre dos personas en el ámbito de trabajo, con los conflictos derivados de esta relación y no con la vida personal de cada uno.
El Sicodrama Individual
También en terapia individual se trabaja con sicodrama, porque se tiene en cuenta el marco teórico que sostiene la técnica y se mantienen los elementos formales que caracterizan al sicodrama, los tres contextos, los cinco instrumentos y las tres etapas, pero adaptados a una sola persona.
Dentro del área clínica el sicodrama se utiliza para trabajar con niños, adolescentes y adultos.
Está indicado en diversas de enfermedades y síntomas tales como ansiedad y fobias, inhibición y dificultades de relación, depresión, rigidez corporal, obsesiones, trastornos de la alimentación, toxicomanías y psicosis, entre otras. También es muy útil para despertar la creatividad y espontaneidad, y desarrollar nuevas capacidades.
Sicodrama Grupal
Es el más conocido y que ha tenido mayor difusión, el sicodrama se utiliza dentro de un proceso terapéutico de grupo donde se aplican técnicas activas como inversión de roles, dramatizaciones, técnica de construcción de imágenes, entre otras y siguiendo las etapas comentadas anteriormente: caldeamiento, dramatización y comentarios. Tiene una gran riqueza ya que en el grupo un miembro puede ser agente terapéutico de otro, además se visualiza la dinámica vincular de cada persona y también el conflicto, con lo cual puede trabajarse y modificarse in situ, en el aquí y ahora del grupo.
Referencias Bibliográficas
Rojas Bermúdez, J. G. Teoría y Técnica Psicodramáticas.
Moreno, J. L. Psicodrama
Moreno, J. L. Psicoterapia de Grupo y Psicodrama.
Scavuzzo, S. Psicoterapeuta y Director de Psicodrama. Seminario de Formación continua en Psicodrama
Garrido Martín, E. Jacob Leví Moreno. Psicología del Encuentro.