Si alguna vez te has preguntado por qué tus relaciones de pareja son insatisfactorias, por qué siempre sufres por amor y por qué a pesar de eso no quieres estar solo o sola, y siempre estás en una relación; tal vez este artículo pueda ayudarte a entender qué te pasa.
El deseo de estar acompañado, de tener una relación con alguien es normal y sano, a la mayoría de las personas les gusta sentirse especiales para alguien, amar y ser amados. Por lo que si tienes una relación en la que sientes esto, que es equilibrada y satisfactoria para ambos, no tienes de que preocuparte.
«Pero una cosa es el deseo de estar en una relación y otra la necesidad de estar acompañado».
El problema es cuando se establece una relación desequilibrada, donde uno de los miembros es más importante o tiene más derechos que el otro, o donde uno domina al otro. El desequilibrio suele ir acompañado de insatisfacción por parte de la persona sumisa, de dependencia y de miedo a la pérdida o al rechazo. Es entonces cuando se sufre por amor. Y el amor sano no duele.
Si se establece este tipo de relación y ésta se sostiene a pesar del sufrimiento, estaríamos hablando de una situación de dependencia emocional o afectiva.
Si bien existen varios tipos de dependientes emocionales, dominantes o sumisos, hay un tipo de dependencia afectiva más clásica que es la que se da en mayor medida y de la que hablaré aquí.
«Decimos que una persona es dependiente emocional cuando intenta satisfacer sus necesidades o carencias afectivas de modo desadaptativo con otras personas, ya sea con la pareja, la familia o amigos».
Jorge Castelló Blasco, especialista en dependencia emocional dice que “la esencia de este problema es que el dependiente presenta una frustración o una insatisfacción en su área afectiva que pretende compensar centrándose preferentemente en sus relaciones de pareja”.
A este problema Walter Riso lo denomina apego afectivo, porque para este autor la persona se apega a una vinculación obsesiva, permanente, insistente dado que no concibe poder vivir sin eso. La persona dependiente cree que esa vinculación la hará feliz, que le dará seguridad y que le dará sentido a su vida.
Este autor nos recuerda que el apego es la incapacidad a renunciar a un deseo cuando debe hacerse. En ese sentido habla de apego desadaptativo, cuando genera sufrimiento y a pesar de ello la persona no puede separarse, o no tiene control sobre su conducta.
¿Cuáles son las características de la dependencia emocional?
Si te has sentido identificado o identificada con algunas o varias de estas características es muy probable que tengas un perfil de dependiente emocional. En ese caso tienes que saber que no es necesario sufrir por amor y que puedes superar este problema. Con ayuda profesional de un psicólogo o psiquiatra entrenado puedes vencer esta dependencia. También existe abundante biobliografía sobre este tema, que puede serte de utilidad para autoconocimiento y/o para adquirir herramientas que te ayuden a superarte.
Bibliografía
Laura López Galarza
Psicóloga Sanitaria. Terapeuta EMDR